¡Cuidado con Las Marchas!
Los españoles andan todos alborotados y emocionados con la participación "del pueblo" en las marchas y concentraciones de los últimos días. Igualito andaban los pobres venezolanos con las mismas maromas. En Madrid es la Calle Ferraz; en Caracas era La Plaza Altamira.
El 11 de abril de 2002 la América hispana y gran parte del planeta fueron testigos visuales o presenciales de una de las mayores marchas y concentraciones de la historia de América: ¡más de UN MILLÓN de venezolanos tomaron las calles de la ciudad capital!
En un principio nos convocaron a nuestra Calle Ferraz, es decir: a La Plaza Altamira, también llamada La Plaza Francia o La Plaza de La Libertad. Éramos tantos que nos direccionaron hacia La Plaza de La Meritocracia y de ahí, tras un llamado "espontáneo" nos enviaron al Palacio de Miraflores, equivalente venezolano al Palacio de Moncloa, desde donde despachaba el Sr. Chávez.
Resultó que nada fue ESPONTÁNEO. ¡Todo había sido preparado la noche anterior en una reunión en Fedecámaras (la cámara de comercio nacional), la cual estaba infiltrada por agentes del régimen hasta los tuétanos.
Al grito de "Pa'Miraflores", ese millón de caraqueños nos dirigimos sin evaluar las consecuencias del monumental desplazamiento: ¡en las cercanías de Miraflores nos estaban esperando! ¡Hubo 19 muertos y decenas de heridos! Hay agencias que hablan de CENTENARES de heridos y mutilados.
Así como estaba preparada "La Marcha Hacia Miraflores" y la posterior MASACRE, los Castro habían repetido el libreto de la "renuncia" de Chávez. No hay que olvidar que al principio de la revolución, Castro también "renunció" en Cuba.
Todas esas maromas sirvieron para que el régimen moviera la mata y purgara el estamento militar. Al tercer día, como dicen que hizo Jesús, Chávez resucitó entre los muertos y regresó al poder con más fuerza que antes. ¿Resultado? La profundización de lo que los sociólogos modernos llaman "La Depresión Colectiva".
El Peligro de Las Marchas
Ante una tiranía... y la de España YA LO ES, las marchas tienen el valor de las cascaritas de piña. Si las cambiásemos por excremento de perro: ¡perderíamos el envase!
Los venezolanos dictaron cátedra en el arte de marchar. Marcharon de manera contumaz y pertinaz hasta los otros días con el fulano "presidente interino" en la figura de aquel que llamaron Juan Guaidó.
Chávez, por cierto, apoyaba las marchas e invitaba a la oposición a participar en ellas:
No hay nada más fácil de infiltrar que una marcha... que un desplazamiento e, incluso: ¡que una concentración! Si Uds. persisten en congregarse en la Calle Ferraz, cuando se lleven la sorpresa: ¡se van a acordar de nosotros! El régimen les dará cuerda y dejará que el lugar de protesta tome fuerza y cuando el escenario esté maduro: ¡verán al Diablo montando bicicleta!
En la noche del 12 de junio de 2002, La Plaza Altamira fue atacada a tiros, con el saldo de 3 fallecidos y 28 heridos. Era el lugar de reunión diaria de centenares y a veces miles de caraqueños. Llegó un momento en que el régimen mandó señal.
Un centenar de oficiales procedentes de las cuatro fuerzas armadas se declaró en contra del régimen y tomó la Plaza Altamira. Al cabo de unos meses los caraqueños se cansaron de aquella concentración que se había tornado peligrosa y al final la multitudinaria concurrencia terminó muriendo en medio del mayor olvido. Con el pasar del tiempo se descubrió que al menos el 30% de aquellos oficiales sublevados fue infiltrado por el régimen.
El movimiento internacional de resistencia alerta sobre las marchas:
Los líderes de la resistencia deben tomar en cuenta la desigualdad de fuerza en una confrontación de calle y tienen la sagrada obligación de velar por la seguridad de sus seguidores, entre los cuales es común ver ancianos y niños. Hay que evitar, a toda costa, "La Guerra Asimétrica". Las fuerzas del régimen están diseñadas para controlar grandes masas concentradas, pero no tienen la capacidad para el control de bolsones dispersos. A eso hay que llegar: ¡a millones de bolsones dispersos a lo largo y ancho de toda España. El General (venezolano) Carlos Peñaloza, en su momento Comandante General del Ejército de Venezuela, nos confirma lo afirmado:
El Che y Las Marchas
El infausto Ernesto Guevara, conocido mundialmente por el remoquete de "Che", en su libro "Manual del Guerrillero", alerta sobre el desplazamiento por calles escampadas, es decir, por calles que no ofrecen resguardo alguno. Eso lo aprendió en La Batalla de Santa Clara en Cuba, el 28 de diciembre de 1958.
Pequeños Logros Vs. Grandes Fracasos
Un pueblo en sublevación es extremadamente exigente. Al principio se pliega a la convocatoria del líder, pero espera a cambio grandes logros. El 11 de abril de 2002 cualquiera podía asegurar que a Chávez le quedaba horas en el poder. De aquella gesta han pasado 21 años y unos meses. En la medida en que no se le vaya viendo el chorizo al pan, ese pueblo va perdiendo las esperanzas y fe en el líder. Con el tiempo las marchas y concentraciones van mermando fuerza y terminan muriendo irremediablemente.
El Banderazo
España tiene más de 47 millones de habitantes. Si consideramos que la mitad está compuesta por ciudadanos mayores de edad, estaríamos hablando de 23 millones y medio de españoles. Una marcha de un millón de ciudadanos equivale al 4.3% de la población adulta, cuando lo requerido para lograr el éxito dentro de un escenario de sublevación cívica es del 20%. Un millón en las calles impresiona, pero en términos efectivos no es nada, sobre todo cuando ese millón está congregado y sujeto a recibir la más brutal represión. Al caer los primeros muertos y heridos esa marcha o esa congregación se desorganiza en minutos al grito de "¡sálvese quien pueda!".
Además del evidente riesgo tenemos el factor de la molestia en desplazarse hacia el lugar de la convocada concentración, sin olvidar las inclemencias del tiempo. La mayoría porcentual no está dispuesta a tal molestia y sobre todo cuando estamos escuchando a los sublevados cómo los embisten con gases, fuertes chorros de agua y hasta con balas de goma o plomo.
Cuando comiencen a caer muertos en las calles de España y se generen las denuncias documentadas y respaldadas por fotos y videos, comenzará el terror a beneficiar al régimen opresor. De vez en cuando los infiltrados en marchas y concentraciones les disparan a los funcionarios del "orden" para darle pie al régimen a mostrar sus muertos y mutilados. El enemigo, como decimos en Venezuela: "¡no es mocho!" No solamente NO ES mocho: tiene la experiencia que Uds. no tienen.
Apenas llevan unos cuantos ahogados con niveles ínfimos de gases lacrimógenos y ya hemos visto las denuncias en los videos que se han hecho virales a lo largo del mundo. Ese contenido audiovisual es tremendamente mortal para la resistencia activa de un pueblo sublevado en contra de una tiranía.
El incipiente escenario español de los últimos días nos lleva a sugerir una tarea ("task" en inglés) que pudiéramos llamar "El Banderazo". Se trata de convocar a los españoles durante el corto lapso de entre QUINCE a TREINTA minutos FRENTE A SUS CASAS, sin interrumpir el libre tránsito; sin consignas políticas: ¡únicamente con la gloriosa y hermosa bandera de España! El mejor momento sería un domingo al mediodía.
Millones y millones de españoles saldrían frente a sus hogares por ese corto lapso de tiempo en todas las ciudades, pueblos y aldeas de La Madre Patria y le darían un sentido de victoria al pueblo. Sería una estrategia segura y atractiva. Los medios de comunicación se encargarían en plasmar evidencias históricas de tamaño acto de repudio en contra de una incipiente tiranía, pero lo más importante es que ofrecería la oportunidad de una verdadera PRIMERA VICTORIA frente al enemigo usurpador.
Esa podría ser la primera tarea dentro de una estrategia adecuada de cara a la resistencia cívica, activa GENERALIZADA y sostenida. Luego podríamos sugerir muchas. El Dr. Gene Sharp, en su ensayo titulado "De la Dictadura a La Democracia", sugiere más de cien tareas. Pero sobre ellas hablaremos más adelante, en la medida en que veamos que les estamos llegando a los líderes del escenario opositor español.
Miami 13 de noviembre de 2023
Robert Alonso
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Españoles:
¡No dejen que el narco-castroestalinismo
llegue a España!
"VERDADES & MENTIRAS"
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