¿Vacunarnos?

El autor a la caza de vacunados
El 23 de agosto de 1972, fecha en que cumplía 22 años de edad, fui reclutado en la ciudad de Berlín Occidental, entonces Alemania Occidental, por una importante agencia de inteligencia internacional con la cual mantuve relaciones continuas y esporádicas hasta la caída del Muro de Berlín, en el año 1989, fecha en la que la mayoría de los historiadores considera que llegó a su fin la llamada “Guerra Fría”. En tal sentido, mis actividades en el campo se prolongaron unos 17 años. Sin embargo, con la aparición del llamado “Socialismo del Siglo XXI”, retomé mis actividades las cuales – en mayor o menor grado – han continuado hasta el día de hoy. En la infinidad de seminarios, conferencias, entrenamientos y charlas a los que me vi obligado a asistir a lo largo de mi “carrera”, recuerdo una conferencia en particular cuyo conductor fue nuestro mentor, a quien lo apodamos “El Quijote”, fallecido hace poco tiempo a la edad de 94 años. Hablaba cinco idiomas y varios dialectos. “El Quijote” comenzó su conferencia con la anécdota de un amigo quien aseguraba que su hija hablaba un chino perfecto. Al escuchar tal festinada afirmación, “El Quijote” le preguntó a su amigo si él hablaba o entendía chino. Su respuesta fue negativa. Entonces, se preguntó el conferencista: ¿si su amigo no hablaba ni entendía chino, cómo podía dar fe de que su hija lo hablaba perfectamente? Para compartir una determinada creencia o llegar a una conclusión, hay que entender el tema, de lo contrario se estaría especulando y las especulaciones, en ciertos y específicos casos: ¡podrían ser mortales! El globo terráqueo ha vivido durante más de un año ya, una terrible pandemia producida por lo que popularmente conocemos como el COVID 19. Hasta la fecha de publicar este artículo, es de suponer que no existe un solo científico o grupo de ellos, que puedan dar fe cierta de su procedencia, trayectoria, secuelas, etc. Si los hay, como neófitos sería difícil identificarlos. Si nos dedicamos a revisar las publicaciones escritas, los videos publicados y, entre mucho otro material, las entrevistas que dan los “expertos en la materia”, no llegaríamos a una sana conclusión. Sin embargo, regreso a mis años activos y puedo aplicar ciertos mecanismos para hacerme una idea de “por dónde podrían ir los tiros”. Tomemos, por ejemplo, la investigación de un crimen en un lugar alejado del cual no tenemos información alguna. Lo primero que tenemos que respondernos sería: ¿quién se benefició y quién se perjudicó con el crimen? Siempre hay uno o varios beneficiados y siempre hay uno o varios perjudicados. Ese es el punto de partida de toda investigación criminal, indistintamente si se tiene conocimiento o no sobre el lugar donde fue cometido el crimen. En mi caso particular, desconozco total y absolutamente los vericuetos científicos relacionados con el ya-famoso COVID 19, pero podría hacerme una idea de los beneficiados y de los perjudicados. Esto me lleva a otros dos ejemplos que nada tienen que ver con la ciencia de la patología humana. El primer ejemplo lo encontramos en la “vía electoral” venezolana a partir del año 2000 en adelante. La mayoría de los venezolanos estaba segura de que había que votar para no perder los llamados “espacios políticos”. Todo parecía lógico. Si no se votaba, el régimen tiránico venezolano se alzaría con la totalidad de “la piñata”. Lo más lógico era votar. Sin embargo, yo siempre estuve en contra de esos procesos electorales, que fueron muchos, porque sabía a quién o a quiénes beneficiarían. Sabía que en una tiranía los procesos electorales eran y son una farsa. En esos sistemas se vota, mas no se elige. En efecto, dos décadas más tarde, esa mayoría comenzó a darme la razón. Pero si hacemos un poco de memoria, recordaremos cómo había reconocidos analistas políticos que explicaban las razones por las cuales debíamos acudir a las “urnas electrónicas” para votar en contra de la tiranía. Los había, también, aquellos que explicaban los perjuicios de participar en esas farsas. El beneficiado siempre ha sido el régimen. ¿Los perjudicados? ¡Venezuela y los venezolanos! Un régimen como el que ha imperado en Venezuela desde que los Castro colocaron a Chávez en el Palacio de Miraflores: ¡no es permisivo! Es un régimen que no puede permitir cualquier movimiento o líder que, algún día, pudiera ocasionarle dolores de cabeza. De ahí que todos aquellos líderes que se hacían - ¡y se hacen! – llamar opositores, tenían que tener la aprobación del régimen, una especie de “licencia de opositor”. En el año 2007 apareció en la oposición radical venezolana un individuo llamado Herman Escarrá, quien terminó adueñándose de un tinglado llamado “Comando Nacional de Resistencia”. Sus discursos estaban cargados de duras críticas y denuncias en contra del régimen castro-estalinista y hasta llegó a declarar, públicamente, que él estaba desestabilizando al país: Sin embargo, ni siquiera fue citado a declarar ante lo que se conocía entonces como la DISIP (ahora SEBIN). Se daba el lujo de “alborotar” a las masas más críticas y radicales de la sociedad venezolana y no lo tocaba nadie. Eso me llamó, profundamente, la atención. En consecuencia, comencé a atacarlo fuertemente. Tuvieron que pasar cinco largos y tormentosos años antes de que el grueso de los venezolanos se diera cuenta de la clase de personaje que era y es ese fulano Escarrá, quien – por cierto – terminó siendo expulsado del territorio estadounidense y sus bienes en ese país fueron confiscados. El segundo ejemplo trata de la farsa de un individuo que se autoproclamó “presidente interino”. Un perfecto desconocido llamado Juan Guaidó, de quien no sabía absolutamente nada. Sin embargo, pocos días después de su proclama, al ver que el régimen no lo tocaba, decidí alertar a los venezolanos de la siguiente manera:



¿Será una vacuna?
Cuando en 1961 nos disponíamos a abandonar Cuba hacia nuestro exilio en Venezuela, nos hicieron vacunar contra la viruela. Me dio fiebre y me dejó una cicatriz que me ha acompañado toda mi vida. Era una condición, entonces, para poder viajar, pero se nos aseguraba que no nos enfermaríamos de la mortal enfermedad. Según la información GENERALIZADA sobre la “vacuna” contra el COVID 19, un “vacunado” puede infectarse y, al día de hoy, no se sabe cuánto dura esa “inmunidad”, de haberla. Aun vacunados, nos vemos obligados a llevar tapabocas y guardar el fulano “distanciamiento social”. ¿Entonces? Si no previene la enfermedad y, en adición a ese “factor”, puede producir reacciones adversas… algunas de ellas peligrosas e, incluso, mortales: ¿dónde está el beneficio para los vacunados?

Las Mascarillas
Conozco personas que han tenido que dejar de trabajar porque no pueden soportar el uso la mascarilla durante sus horas laborables. Hay expertos… o supuestos expertos, que advierten sobre el peligro del uso prolongado las mascarillas. Uno se pregunta en su “sano juicio”. Si estoy vacunado: ¿por qué tengo que llevar mascarilla? El mismo Tucker Carlson se hizo esa misma pregunta las otras noches en su programa de FOX NEWS.Dr. Fauci
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N
No nos olvidemos que según el propio Dr. Fauci, en un principio, advertía que las mascarillas no cumplían ninguna función protectora. Más tarde "cambió de palo pa'rumba" y llegó hasta sugerir el uso de DOS mascarillas. Estamos hablando del empleado público mejor pagado en Estados Unidos, sin mencionar "el menudo" que podría estar recibiendo de las farmacéuticas. No que sea una eminencia, si partimos de la base que la primera causa de muerte en Estados Unidos es la mala práctica médica. Llama mucho la atención ese cambio tan drástico del Dr. Fauci en cuanto al uso de las mascarillas: ¡de un día para el otro! ¿Será que invirtió en una fábrica de mascarillas y se topó con una sobre-producción? Todo es posible en "La Viña del Señor".
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¿Expertos?
Hay supuestos-expertos y no-tan-supuestos-expertos. Para uno poder evaluar la experticia de otro, tiene que tener base, algo así como asegurar que nuestra hija habla un chino perfecto, sin que entendamos una sola palabra en chino. ¿Lo dice Wikipedia? He “cachado” a esa plataforma metiendo unos cuantos “cuentos-chinos”. No teniendo las credenciales como para evaluar cada individuo que emite un juicio, uno tiene que basarse – a veces – en el sentido común. Si fuese a comprar un vehículo para viajar a la Luna, pero resulta que su capacidad de vuelo no excede los 2km de altura: ¿cómo voy a comprarlo? Publicaré a continuación siete videos de doctores que pudieran ser expertos o no en la materia, pero que dicen cosas sensatas para el oído neófito.
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Más videos interesantes
Video # 01 La demanda a Johnson & Johnson por ocultar el peligro de cáncer en los famosos talcos para bebés. Video # 02 Una joven israelita le grita al mundo sobre lo que está sucediendo en Israel con las vacunas. Video # 03 - MUY IMPORTANTE - ¿Fue todo una farsa?¿Fetos en las vacunas?
En la "vacuna" de Johnson & Johnson hay partìculas de fetos abortados. Dicen que fue UN feto que abortaron hace varias dècadas. El papel lo aguanta todo. Ya la Iglesia Catòlica, o parte de ella, se pronunciò al respecto. No ha sido un "pronunciamiento oficial", porque "Pancho El Papa" no se ha hecho sentir. Sin embargo, aquellos catòlicos practicantes (yo no soy uno de ellos), que estàn en contra del aborto, deberìan de tomar nota.

¿Vacunarse?

Robert Alonso
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