La Mesa de Tres Patas

 


La verdadera "MESA DE TRES PATAS" no es la que se publicita por ahí.  La verdadera mesa que afecta la libertad, soberanía y felicidad difusa del pueblo venezolano tiene tres patas distintas a las que promueve el mencionado bodrio literario:


Si le vamos a creer a nuestro presidente electo, mientras el pueblo venezolano esté sumergido en el MIEDO: ¡Venezuela jamás será libre!

Decía el Dr. Gene Sharp que el primer objetivo de un VERDADERO movimiento de resistencia es levantarle la moral a un pueblo oprimido por una tiranía.  De ser tal aseveración cierta, lo peor para un pueblo oprimido por una tiranía sería la DEPRESIÓN COLECTIVA.  La manera de generar esa depresión es a través del terror.

A estas alturas del "partido" todos esos "influencers" - que de pendejo no tienen un pelo - deberían de saber que el régimen no va a soltar a un solo preso político a menos que la liberación de algunos de ellos le rinda beneficios.  De todos modos liberan a diez y al siguiente día apresan a cien.  Mientras tanto tales publicaciones - ¡y otras peores! - cumplen con el objetivo de generar no miedo: ¡TERROR!

Las campañas para liberar a un determinado preso político - ¡o a todos! - tienen consecuencias inversas.  El pueblo percibe las campañas y ve que no surten efecto alguno: ¡entonces se deprime!  Lo mismo sucede con las reacciones defensivas como las protestas y las denuncias.  Al ver que no "resuelven": ¡el pueblo entra en desesperanza!

En lugar de promover el terror cual "Cajas de Resonancia", los "influencers" deberían de emplear sus "canales" en promover la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida de la manera más segura y efectiva.   Pero claro, eso podría derrocar al régimen y entonces ya no serían "influencers". 

Todos aquellos venezolanos que pululan en Twitter tienen acceso al chatbot "Grok 3" que emplea - con asombrosa exactitud - la llamada "inteligencia artificial".  Si Uds. quieren saber lo pernicioso que es publicar atrocidades de las guerras y las generadas por los regímenes genocidas, como el que impera desde la Cuba castrista en Venezuela, entren en "Grok 3" y háganle la pregunta que le hice hace unos minutos. 

La pregunta sobre por qué los medios en Estados Unidos no publican cifras de bajas de soldados ni imágenes explícitas de muertos y mutilados, como ocurría durante la Guerra de Vietnam, es compleja y multifacética. A continuación, te ofrezco una explicación basada en factores históricos, políticos, culturales y mediáticos:

  1. Cambio en la política gubernamental sobre la cobertura de bajas:
    Desde la Guerra de Vietnam, el gobierno de EE. UU. ha implementado restricciones más estrictas sobre la cobertura mediática de conflictos armados. Durante Vietnam, las imágenes gráficas de soldados heridos o muertos, como las transmitidas por televisión o publicadas en revistas, tuvieron un impacto significativo en la opinión pública, alimentando el sentimiento antiguerra. Como resultado, en conflictos posteriores (como las guerras en Irak y Afganistán), el Departamento de Defensa impuso políticas que limitan el acceso de los medios a zonas de combate y prohíben la publicación de imágenes de soldados fallecidos, especialmente en ataúdes (por ejemplo, la prohibición de fotografiar los ataúdes que regresaban a la base de Dover, vigente hasta 2009). Estas restricciones buscan controlar la narrativa y minimizar el impacto emocional en el público.
  2. Autocensura de los medios y sensibilidad cultural:
    Los medios modernos en EE. UU. tienden a evitar imágenes explícitas de violencia o muerte debido a preocupaciones sobre la sensibilidad del público y el riesgo de críticas. A diferencia de la era de Vietnam, donde las imágenes crudas eran vistas como una forma de informar sin filtros, hoy en día las cadenas de noticias y periódicos suelen priorizar la "decencia" o el respeto hacia las familias de los soldados fallecidos. Publicar imágenes de mutilados o muertos puede ser considerado sensacionalista o irrespetuoso, lo que lleva a una autocensura editorial.
  3. Consolidación y control mediático:
    Desde los años 70, los medios de comunicación en EE. UU. han experimentado una consolidación significativa, con grandes corporaciones controlando la mayoría de las cadenas de noticias. Estas corporaciones suelen tener vínculos con intereses políticos y económicos, lo que puede influir en la cobertura de las guerras. Durante la Guerra de Vietnam, los medios eran más independientes y menos centralizados, lo que permitía una cobertura más crítica y gráfica. Hoy, la relación entre los medios, el gobierno y las industrias de defensa puede llevar a una narrativa más controlada, evitando detalles que puedan generar controversia o descontento público.
  4. Desensibilización y cambio en la percepción de la guerra:
    Las guerras recientes (Irak, Afganistán) han sido cubiertas de manera diferente debido a la naturaleza de los conflictos (menos intensos en términos de bajas masivas en comparación con Vietnam) y al uso de tecnología como drones, que reduce la exposición de soldados estadounidenses. Además, la opinión pública ha cambiado: las guerras modernas no generan el mismo nivel de oposición masiva que Vietnam, lo que reduce la presión sobre los medios para publicar imágenes impactantes como herramienta de denuncia.
  5. Acceso limitado a datos y zonas de combate:
    Las cifras de bajas a veces no se publican con detalle porque el gobierno controla estrictamente esta información, clasificándola o divulgándola de manera selectiva. Los periodistas tienen menos acceso directo a las zonas de combate que durante Vietnam, donde los reporteros podían moverse con relativa libertad. Los programas de "embedded journalism" (periodistas integrados con las fuerzas militares) introducidos en conflictos recientes limitan la capacidad de los medios para reportar de manera independiente.
  6. Impacto de las redes sociales y la información alternativa:
    Aunque los medios tradicionales evitan publicar imágenes explícitas, las redes sociales y plataformas como X han permitido que imágenes y videos de conflictos lleguen al público a través de fuentes no convencionales. Sin embargo, estas plataformas también enfrentan regulaciones y censura, lo que limita la difusión masiva de contenido gráfico. Los medios tradicionales, conscientes de esta dinámica, podrían optar por no competir en este terreno y mantener una cobertura más "limpia".

En resumen, la combinación de restricciones gubernamentales, autocensura mediática, cambios en la percepción pública y el control corporativo de los medios explica por qué la cobertura de las bajas y las imágenes explícitas ha disminuido en comparación con la Guerra de Vietnam. Si deseas que profundice en algún aspecto específico, como datos históricos de bajas o ejemplos de cobertura mediática, házmelo saber.

El GRAN NEGOCIO DE LOS INFLUENCERS

"Vengan pa'que lo vean, mi pueblo: ¡meta la mano... meta la mano!"

El arribo incruento y "papaya" del régimen narco-castroestalinista a Venezuela generó en "el país de las lumbreras" varios suculentos negocios. El primero, por supuesto, era arrimarse al régimen. Muchos lo hicieron. De la noche a la mañana surgieron "billonarios".

El segundo de ellos fue afiliarse a la FALSA OPOSICIÓN, que aunque no era tan-tan buen negocio como el primero: ¡se agarraba, aunque fuera fallo!

El tercer negocio fue abrir un "canal" en YouTube y convertirse en "influencers". He conocido de primera mano a varios. Uno de ellos llegó al "exilio" con una mano adelante y otra atrás y hoy dicen que tiene hasta un peluquero que le plancha las pasas y hasta le hace la manicure de las manos y pedicure de los pies.

Otra de ellas llegó también a su exilio alegando que jamás se haría "americana" y viviendo de las bondades de su padre. Hoy dicen que tiene hasta propiedades en alquiler. Por cierto, compartimos por un tiempo el mismo contador.

Entre los "influencers" hay tres bandos:

1. Los "vendehumos"

2. Los pro-falsarios

3. Los anti-falsarios

Todos ellos comparten una misma estrategia: ¡generar terror! Eso hace que se vean "patriotas":

Cada vez que un "influencer" denuncie o permita que se denuncien desmanes del régimen: ¡ESTÁ COLABORANDO CON EL RÉGIMEN! Suena extraño, pero es así. Tal vez ese beneficio que los "influencer" ofrecen "ad-honorem" explique por qué el régimen no ha arremetido contra ellos o contra sus familiares en Venezuela.

Poco antes de la GRAN FARSA de ayer domingo 25 de mayo de 2025, el régimen generó un frenesí de detenciones que fue INMEDIATAMENTE denunciado por los "influencers". La idea de las arbitrarias detenciones era la de enviar un mensaje de advertencia directo al pulmón de cada venezolano dentro de Venezuela para que a nadie se le ocurriera alborotar al país cuando el CNE anunciara las "tendencias irreversibles". Funcionó. Con la invalorable ayuda GRATUITA de los "influencers" (y muchos medios), el régimen "pacificó" al país.

El régimen tiene muchas maneras de arremeter contra los familiares de los "influencers" y opositores que se encuentran en el exterior: ¡si lo sabré yo!


Una "invitaíta" a tomar café a la "Tumba" del SEBIN en la Plaza Venezuela a un familiar de cualquier "influencer" que se encuentre en el exterior bastaría para que cerrara su "canal" y se dejara "deso". ¿Por qué el régimen amoral, infrahumano y genocida no lo hace? ¿Será que considera que, entre cal y arena el beneficio de promover terror de manera gratuita por parte de esos "influencers" es mayor que el "perjuicio" de sus denuncias que sabemos no le hace "ni coquito" al régimen?



Se me ocurre pensar que el grueso de los venezolanos no ha captado el significado EXACTO de "hasta que caiga la tiranía", de mi amigo "psicólogo" Norbey Marín.  Tal vez lo que él quiere decir es que seguirá "comiendo cochino del bueno": ¡hasta que caiga la tiranía!  Es decir: ¡eternamente! 

Y eso nos lleva a preguntarnos: ¿será que a los "influencers" no les conviene que caiga la tiranía?  ¡Es probable!  Muchos de ellos estaban "pidiendo agua por señas", pasando más hambre que ratón en ferretería hasta que se enchufaron en el ingente negocio de los "influencers".  Uno de ellos vivía en un bloque de los llamados "marginales" en el Litoral Central y hoy tiene hasta un sideline de venta de bisutería, cuenta con su propia agencia publicitaria, pide "donaciones" en Patrion y le cobra a YouTube por las vistas de sus seguidores fijos o esporádicos.  ¡Ah...!  Eso sí.  Es un gran patriota: ¡porque denuncia las atrocidades del régimen!

Miami 26 de mayo de 2025


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