Marco Rubio

 


Advertencias de Robert Alonso en 2019 cuando Mike Pence distribuyó humo entre los pobres, infelices y nobles venezolanos con la ayuda del "Carterista Mayor": Juan Guaidó

"Obras son acciones: ¡y no buenas intenciones!"
La Abuela Carmelina, QEPD

Ayer Donald John Trump asumió el magno cargo como el cuadragésimo séptimo presidente de Estados Unidos de América, una opción infinita y tremendamente mejor que la híbrida Kamala Harris quien, además de ser abiertamente comunista, no se sabía si era negra o india, hombre o mujer, mariguanera o borracha.

Una vez más se dispararon las expectativas con respecto a la liberación de Cuba y de Venezuela y la pregunta de las sesenta y cuatro mil lochas sería: ¿nos volverá a morder el perro con el collar de las esperanzas e ilusiones como tantas veces lo ha hecho?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta, una vez más, es que Trump es un político y, como decía nuestro apóstol José Martí: "en política, lo real... ¡es lo que no se ve! Lo segundo es entender y aceptar que Trump es el presidente de Estados Unidos y los intereses de Cuba, Venezuela y su país no siempre coinciden.  ¿Le conviene a Estados Unidos, verdaderamente, la liberación de Cuba y Venezuela?  Al menos para muchos fuertes y poderosos intereses "americanos" y de la región del Caribe no pareciera ser así. 

Por otro lado, Rómulo Betancourt, quien para muchos fue "El Padre de la Democracia Venezolana", aseguró: "las relaciones con Estados Unidos son similares a dormir al lado de un elefante amigo; de repente y sin quererlo, el elefante se da vuelta... ¡y nos aplasta!"

En octubre de 1962, para resolver el inmenso peligro que para Estados Unidos - y para el planeta - suponían los misiles soviéticos con cabezas nucleares instalados en Cuba, a 90 millas de las costas estadounidenses, para el entonces presidente John F. Kennedy no prevaleció sus buenas intenciones de liberar a Cuba y a la región de la inminente amenaza que representaba Castro y su régimen.  En consecuencia se firmó el infame "Pacto K-K" entre Kennedy y KhrushchevLa Unión Soviética retiraría los misiles de Cuba bajo la supervisión de las Naciones Unidas a cambio de que Estados Unidos se comprometiera a no invadir Cuba. En otro acuerdo secreto, Estados Unidos aceptó retirar eventualmente los misiles Júpiter de Turquía y la Unión Soviética dejaría tranquilo a Berlín Occidental.
El 16 de julio de 2003, a raíz de aquel cuento-chino que millones de venezolanos no conocieron y otros millones posiblemente han olvidado con el remoquete de "La Mesa de Negociación y Acuerdos" que tanto tiempo le regaló al régimen de los Castro en Venezuela y que generó cualquier cantidad de esperanzas convertidas, a la vuelta de la esquina, en desesperanzas, publiqué un ensayo titulado "Ahora Sí" que valdría hoy la pena, nuevamente, leer y recordar. 

Cuando los intereses son políticos vemos fenómenos como el apoyo que le diera el entonces presidente George Bush Jr al régimen de los Castro en Venezuela en febrero de 2003 a cambio de gran parte de la explotación por parte de la Halliburton (la empresa bandera del Clan Bush) de la Plataforma Deltana, los mayores yacimientos de gas natural del Planeta Tierra, algo que no fue muy bien visto por partidarios del régimen venezolano como el Ing. Esmil Quijada, quien en una carta que le enviara al entonces presidente de PDVSA (Rafael Ramírez), le preguntó si él creía que compartiendo la tienda con esas empresas gringas iban rumbo al socialismo.

Como en política lo real es lo que no se ve o se escucha, siendo el régimen de los Castro en Venezuela uno de los principales socios de los Bush, mandaron al muchacho de mandado, Hugo Chávez, a llamar diablo a entonces presidente "americano", George Walker Bush.


¡Hasta la BBC de Londres se comió el camarón!

Por su parte Bush no se quedó atrás y en el mismo podio de las Naciones Unidas (el Departamento de Asuntos Sin Importancias del Planeta Tierra) en septiembre de 2007 advirtió (hace 18 años) que "la larga y cruel dictadura en Cuba estaba llegando a su fin" (sic) y para ser más convincente el show, la delegación cubano-castrista ante la ONU se levantó "enfadada" y abandonó el recinto.  

Debo hacer notar que para cuando el presidente Bush pronunció esas palabras, ya la empresa del clan - La Halliburton - tenía CUATRO años explotando la Plataforma Deltana entre Venezuela y Trinidad-Tobago, gracias al contrato otorgado a dedo (de manera ilegal e inconstitucional) por Hugo Rafael Chávez Frías a la familia Bush.  Luego vendrían otros contratos como los de la Chevron, también de los Bush.


Sin ir muy lejos, tenemos el interés político del entonces presidente "americano" Donald Trump quien se inventó la cómica de crear al Carterista Mayor para lograr los votos de los venezolanos naturalizados en Estados Unidos, sabiendo - o debiendo haber sabido - que estaba respaldando a una cuerda de cipayos socialistas declarados, lo que el 18 de julio de 2020 inspiró mi carta abierta que le publicara en las redes:

Cuando Trump aseguró - a través de sus "asesores" - que "todas las cartas estaban sobre la mesa" (sic), incrementó las esperanzas que luego se convirtieran en desesperanza colectiva.  Sí... todas las cartas estaban sobre la mesa: ¡incluyendo la carta de no hacer un carajo!  En aquel entonces Trump estaba jugando al elefante bueno.  Sin querer queriendo se volteó en el medio de la noche: ¡y nos aplastó!

Justamente por aquellos días a mediados de 2019, el entonces vicepresidente de Trump, Mike Penn, quien más tarde terminó traicionándolo, volvió a alborotar las ilusiones de gran parte de los pobres, infelices y NOBLES venezolanos.  Con la traición, Trump debió haberse recordado del famoso adagio venezolano a través del cual se asegura que nadie sabe para quién trabaja.  Quién sabe si la mano peluda de su yerno - Jared Kushner - socio del infame George Soros, influyó en escoger la carta de no hacer un carajo por Venezuela: ¡quién sabe!


Pero en la venta de humo no solamente participan los políticos: ¡también los llamados influyencer, quienes ganan seguidores, hits y rating promoviendo esperanzas vacías!  Ese es el caso - por tan solo mencionar uno - del cholito Jaime Bayly, quien en 2017 aseguró a una audiencia de más de un millón de televidentes, que Maduro estaba por caer aquel mismo año.


El Capítulo III de la Ley Helms-Burton

La llamada cariñosamente "Ley Helms-Burton" fue promulgada en marzo de 1996 bajo la administración del gobierno del entonces-presidente Bill Clinton en respuesta al derribo de las dos avionetas (de bandera estadounidense y en aguas internacionales) de los "Hermanos al Rescate", el 24 de febrero de aquel mismo año.

En realidad, la fulana Ley Helms-Burton resultó ser un saludo a la bandera: ¡salvo por el Capítulo III!  Dicen que cuando Castro lo leyó: ¡montó en cólera!  Buscó aliados en todas partes, incluyendo en el Vaticano, donde regía el Santo Padre Juan Pablo II, quien fuera una de las tantas personalidades que salieron en su defensa.  Al igual que en Venezuela, Los Castro (incluyendo a sus agentes de inteligencia y contrainteligencia) les sabían (y les saben) las vidas y los milagros a Raymundo, Edmundo: ¡y a todo el mundo!

En mayo de 2018 entrevisté a un connotado ministro del "prestigioso" Gobierno Constitucional Cubano en El Exilio y le pregunté sobre el Capítulo III de la mencionada ley: 


La mencionada ley no se derogó ni se enmendó.  La solución entonces fue la de congelar el Capítulo III, obligándose a los presidentes subsiguientes a Clinton a revisar, cada seis meses, para determinar si sacaban o no del congelador al mencionado capítulo. 


En la primera evaluación que tuvo Trump en su primer mandato de descongelar el Capítulo III, no lo hizo.  Fue en su segunda oportunidad que decidió descongelarlo, pero la efectividad de su descongelamiento fue inscrita en un bloque de hielo y puesta al sol, evidenciando que el régimen castro-estalinista que impera en Cuba tiene tentáculos en todos los estamentos de las fuerzas vivas estadounidenses, incluyendo en el sistema judicial. 

El 1ro de febrero de 2020 el presidente interino de Venezuela se presentó en un hotel de la ciudad de Miami y junto a mi hermano de exilio, Roger Vivas, fuimos a protestar su presencia de manera cívica y civilmente: ¡pero nos sacaron con la policía federal antiterrorista!  ¿Qué tal?  No solamente eso: ¡dejaron entrar - como Pedro por su casa - al Agente Otto, quien por muchísimos años y con el grado militar de coronel, fue el lleva-y-trae del propio Raúl Castro, mejor conocido en Cuba (Raúl Castro) por el remoquete de La China.


Mi hermano Roger y yo no estábamos haciendo absolutamente algo ilegal.  Estábamos entrevistando a personalidades del Interino y repartiendo volantes.  ¡Eso era todo!  Sin embargo los gendarmes del antiterrorismo nos sacaron ahí mismito.  No pudimos entrar al evento ni tuvimos oportunidad de entrevistar al Agente Otto para que nos contara qué le pareció el acto.


No perdería mi tiempo preguntándole al hoy Presidente Trump si va a liberar a Cuba y a Venezuela  (y luego a Nicaragua, Colombia... Bolivia, etc), pero sí me gustaría preguntarle si consideraría ejercer su presión para que se investigue la inmensa fortuna que en bancos "americanos" pudieran tener Guaidó y su pandilla de cipayos socialistas.  Bueno: ¡por aquello de sacarse el clavo!

¡Ahora le toca a Marco Rubio!

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Los vendedores de embustes, como mi amigo Daniel Lara Farías, ahora se montaron en la ola de Marco Rubio alegando, incluso, que proviene de una familia de exiliados cubanos.
 

Marco Rubio nació en Miami el 28 de mayo de 1971.  Sus padres son Mario y Oria Rubio, quienes se fueron huyendo de la Cuba del General (derechista) Fulgencio Batista en 1956, TRES AÑOS ANTES de la llegada de Fidel Castro al poder. OJO: eso no los hace fidelistas ni comunistas, pero tampoco son exiliados del narco-castroestalinismo internacional.  Para que los venezolanos entiendan, los exiliados de Batista entre el 10 de marzo de 1952 (cuando Batista dio el incruento e innecesario golpe de estado) y el 1ro de enero de 1959 (cuando "la revolución" lo sacó del poder), pudieran tener cierta similitud con los exiliados chilenos en Venezuela (y en otros países), durante el régimen derechista del General Augusto Pinochet, entre el 11 de marzo de 1998 y el 4 de julio de 2002.  

Es de hacer notar que para cuando los padres de Marco Rubio salieron de Cuba en 1956, eran contados con la mano mocha de un mocho los cubanos que salían de su país por motivos económicos. 

La Industria de la Contrarrevolución

Esos miembros de "La Industria de La Contrarrevolucióncomo mi amigo Danielquienes han hecho cierta fortuna gracias a la desgracia sufrida por la inmensa mayoría del pueblo venezolano, suelen tener sentimientos (infundados o no) en contra de todo lo que huela a cubano.  

El 20 de agosto de 2024 me vi impelido a publicarle una página al influencer Daniel Lara Farías aclarándole que los Cisneros de Venezuela, ni se llaman "Cisneros" ni tienen una gota de sangre cubana: 


¡Son Todos Socialistas!

Cualquiera podría asegurar que para Trump el adjetivo de socialista está entre los peores apelativos que pudiéramos imaginar.  Mal podríamos hoy pensar que luego de presenciar cómo Guaidó y su combo le mamaron gallo (le tomaron el pelo) a Donald entre 2019 y 2020, ahora los va a seguir apoyando.  En la primera mamada de gallo la culpa fue de ellos y de sus asesores quienes no sabían - supuestamente - con quiénes estaban tratando.  Si le vuelven a mamar gallo con la María Corina, Edmundo... y todo el mundo: ¡la culpa sería de Trump!

Por otro lado, el propio presidente electo de Venezuela, Don Edmundo González Urrutia, hace unos días, dejó más claro que el agua clara que él no apoya la intervención militar ni de tipo alguno que provenga del extranjero.  Dejó clarito que la transición será pacífica, ordenada y democrática, lo que se equipara a pretender que una anciana de 85 años cumplidos, pudiera lograr matar a un hipopótamo adulto y obeso con una almohada de cuna infantil hecha con plumas de tucusitos recién nacidos. 


Don Edmundo en Costa Rica - Enero 2025

Luego tenemos a la Ingeniera María Corina Machado Parisca, quien para mucho supone ser la ventrílocua del presidente interino González Urrutia, quien el pasado 19 de enero, hace unos diítas, nos enumeró sus "Siete Principios Básicos" para liberar a Venezuela del castro-estalinismo internacional: ¡sencillito!


Y entonces volvió a aparecer el Comisario Iván Simonovis, un experto en la materia.  Claro: ¡no sabemos cuál es la material de nuestro comisario general!  

Según él, en su reunión de ayer 20 de enero de 2025 con el Canciller Marco Rubio, éste último detectó y señaló TRES puntos sumamente importantes:

1. El régimen de Venezuela se mantiene mediante el narcotráfico
2. El régimen de Venezuela es socio de países terroristas como Irán
3. El régimen de Venezuela secuestra estadounidenses para luego negociar


No sabíamos que el Secretario de Estado (canciller) Marco Rubio, manejaba tanta información sobre el régimen castro-estalinista de Venezuela.  Eso nos alimenta las esperanzas de ver a una Venezuela libre en poco tiempo. 

Manuel Antonio - "Tony" - de Varona 
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Quien sí estaba diáfano y claro en cuanto al escenario cubano era Tony de Varona, el escogido por el gobierno "americano" como presidente interino una vez que la Brigada 2506 tomara y asegurara la cabeza de playa en la Bahía de Cochinos en abril de 1961, objetivo que fue imposible de lograr debido a la gran traición del entonces-presidente John F Kennedy.

Cuando Manuel Francisco Artime Buesa, jefe político de la brigada y gran amigo de mis padres, vio que los buques "americanos" se alejaban de Cuba, dejando indefensos a los brigadistas en la Bahía de Cochinos, promulgó la siguiente frase histórica que me ha retumbado en mi mente muchas veces cuando he visto cómo los "americanos" nos han dejado colgando de la brocha: "¡En las estelas de esos buques navegan 200 años de infamia...!"

Luego de la miserable traición del cobarde presidente Kennedy que terminó poniendo en peligro el futuro de Estados Unidos, de la América toda y de muchos países del continente africano, un periodista le preguntó a Tony de Varona si seguía creyendo que los "americanos" eran buenos.  Entonces Tony le respondió: 

"Los americanos no son ni buenos ni malos: ¡son americanos!"

Miami 21 de enero de 2025






















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