¡No cantemos victoria!
En 1962 el presidente John F. Kennedy decretó una “cuarentena naval” (un BLOQUEO NAVAL) el 22 de octubre de 1962, el objetivo era impedir que la URSS enviara más misiles nucleares a Cuba. La Marina estadounidense rodeó la isla y detuvo barcos soviéticos para inspección. Fue un bloqueo temporal, levantado tras el acuerdo entre Kennedy y Kruschov que retiró los misiles.
En 1964 el entonces-presidente venezolano Rómulo Betancourt impulsó la Doctrina Betancourt, que proponía aislar diplomáticamente y económicamente a gobiernos no democráticos: especialmente Cuba. En la OEA (Organización de Estados Americanos), Venezuela promovió sanciones colectivas contra Cuba. En julio de 1964, la OEA aprobó la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba por su apoyo a movimientos guerrilleros en la América hispana. Aunque no fue un bloqueo naval físico como el de 1962, sí fue un bloqueo político y económico regional, coordinado por varios países hispanoamericanos bajo liderazgo venezolano.
"La Crisis de los Misiles" (o "La Crisis de Octubre") de 1962 y el bloqueo político-diplomático promulgado por Betancourt en 1964, generaron en mi familia cubana, como en MILLONES DE CUBANOS dentro y fuera de la isla una falsa, maliciosa y MISERABLE esperanza. Ambos eventos nos montaron en una especie de "montaña rusa" en la que un momento estábamos en la cúspide de la esperanza y de inmediato nos encontrábamos en lo más bajo de nuestros estados emotivos. Fue impulsado por la experiencia vivida a mis 12 años de edad (hoy ya cumplí los 75) de "La Crisis de Los Misiles" que escribí y publiqué un ensayo alegórico que he guardado en el archivo de mi mente, el cual titulé: "¡Ahora Sí!"
Ahora estamos viendo cómo la historia se repite con un "bloqueo" por parte de nuestro querido, venerado, respetado, admirado y adorado presidente Donald J. Trump, que Dios, la Virgen de Coromoto y la Virgen de La Caridad del Cobre lo protejan eternamente (creo que va a necesitar toda la protección divina posible) y José Gregorio Hernández lo guarde y lo acompañe por los caminos del bien y del mal, arropándolo con el manto de la felicidad eterna: ¡Amén!
Veamos, pues, en qué se basa el "bloqueo" de nuestro presidente con respecto a Venecuba, copropiedad de los rusos, chinos, iraníes, turcos, colombianos, cubanos (de Guanabacoa) y "americanos".
Donald Trump sostiene que Venecuba “robó” el petróleo de Estados Unidos porque, según él, el chavismo expropió y expulsó a las compañías estadounidenses que habían invertido en la industria petrolera venezolana, quitándoles sus “derechos energéticos” y activos (¿?). Usa esa narrativa para justificar el bloqueo naval contra buques sancionados (no contra TODOS LOS BUQUES... solamente contra los "sancionados") y para presentar el conflicto como una recuperación de recursos “robados”.
Durante su primera presidencia, Trump ya había confiscado Citgo (filial de PDVSA en EE. UU.) en coordinación con nuestro presidente interino Juan Guaidó, explicando que era parte de los activos “robados” por el colombiano Maduro.
* Por cierto, Venecuba es un país muy especial. Tiene TRES PRESIDENTES. Uno ilegitimo y colombiano (el Sr. Maduro); otro interino... el Ing. Guaidó y el tercero "electo", el Dr. Edmundo, mejor conocido en los predios políticos internacionales por el remoquete de "Cuchara": ¡porque ni pincha ni corta! Siendo los cubanos de Guanabacoa quienes cortan el bacalao.
Trump nos explica que “Estados Unidos creó la industria petrolera venezolana” (sic) y que el chavismo se apropió de esos yacimientos para financiar el narcotráfico y actividades ilícitas.
Para Trump el régimen venecubano representa "la cadena" y la Cuba de Guanabacoa: ¡al mono! Él (Trump) jurunga "la cadena", pero se cuida de no tocar al mono.
Saliendo en defensa de nuestro presidente, debemos explicarles a nuestros distinguidos lectores que el día 17 de diciembre, cuando Donald declaró en un aeropuerto del país que el chavismo le había robado el petróleo a Estados Unidos, había luna llena y en luna llena nuestro presidente cancanea. Hay que comenzar por entenderlo.
Con base en esa acusación y tal vez afectado por la luna, Donald ordenó un bloqueo total de buques petroleros SANCIONADOS que entren o salgan de Venecuba, declarando que el despliegue militar continuará “hasta que devuelvan todo el petróleo, tierras y activos que nos robaron” (sic).
Todavía estamos pendientes por descubrir la cuantía del petróleo robado por el Sr. Maduro y sus adláteres. Sin embargo, aquí tenemos una "palabra clave": ¡SANCIONADOS!
BUQUES FANTASMAS O "SANCIONADOS"
El régimen de Venecuba utiliza los llamados “buques fantasmas” para burlar sanciones internacionales y mantener la exportación de petróleo, lo que le permite obtener ingresos vitales, ocultar el origen del crudo y sostener alianzas estratégicas con países como China, Rusia e Irán.
¿Qué son los buques fantasmas?
Son petroleros que operan con identidades falsas o manipuladas, apagando sus sistemas de rastreo (AIS), cambiando de bandera o nombre, y realizando transferencias de carga en alta mar. Muchos son barcos viejos, de más de 20 años, que se usan para operaciones clandestinas. Se estima que existen unas 1.300 embarcaciones en la flota fantasma global, de las cuales un 10% transporta crudo venecubano. Son esos buques cagalitrosos los que persigue la mayor armada de la historia de la humanidad. Lo único que tienen que hacer los cubanos de Guanabacoa es ordenarles al Sr. Diosdado y al Sr. Maduro que dejen de utilizar esas "potalas" mientras pasa la "tormenta". Creo que ya les dieron esa orden.
El petróleo representa más del 90% de las divisas de Venecuba. El otro 10% proviene de la mafafa y del perico. Los buques fantasmas permiten seguir vendiendo crudo en mercados asiáticos y africanos, incluso con descuentos de hasta 35%. Al transferir petróleo en alta mar a otros buques con banderas “limpias”, el crudo aparece como proveniente de países no sancionados, lo que reduce el riesgo para compradores que temen sanciones secundarias por parte de EE. UU.
Al cambiar constantemente de bandera y nombre, los buques dificultan la identificación por parte de EE. UU. y sus aliados. Algunos incluso suplantan la identidad de barcos ya desguazados (“barcos zombis”).
Venecuba comparte esta práctica con Rusia e Irán, creando una red de cooperación energética clandestina. Esto fortalece vínculos políticos y económicos con países que desafían la hegemonía estadounidense. Permite colocar petróleo en mercados alternativos cuando compradores tradicionales se retiran. Evita acumulación de inventarios en puertos venecubanos, que obligaría a reducir producción.
Venecuba vende su crudo mucho más barato que el precio internacional. Buques viejos y mal mantenidos aumentan el riesgo de accidentes y derrames. Si son detectados, EE. UU. puede confiscar tanto el buque como la carga, como ocurrió con el Skipper en este mes de diciembre de 2025, pero eso sería como darles palmaditas en las manos de los venecubanos para que dejen de hacer maldades.
El régimen cubano de Guanabacoa recibe petróleo subsidiado de su colonia - Venecuba - y lo reexporta o lo usa como moneda de intercambio para obtener divisas y bienes que no puede conseguir directamente debido al embargo estadounidense.
Desde inicios de los 2000, bajo los acuerdos de cooperación energética (Petrocaribe y convenios bilaterales), Venecuba envía petróleo a la Cuba de Guanabacoa en condiciones preferenciales. Parte del pago se hace en servicios médicos, de inteligencia y técnicos cubanos, no en dinero. A veces: ¡ni eso!
Sin embargo, la Cuba de Guanabacoa no consume todo el petróleo que recibe de su colonia, Venecuba. Una fracción se revende en el mercado internacional a través de intermediarios, generando divisas frescas. Para ocultar el origen, se mezcla o se transfiere en alta mar a otros buques, práctica similar a la de los buques fantasmas.
La Cuba de Guanabacoa entrega parte del petróleo a países aliados (ej. en el Caribe) a cambio de alimentos, medicinas o créditos, lo que le permite sortear el embargo estadounidense y mantener relaciones comerciales indirectas.
CONCLUSIÓN
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Los pobres, infelices y NOBLES venezolanos perdieron la oportunidad de recuperar a su patria natal, la misma que fue arrebatada MISERABLEMENTE por los cubanos narcocastro-estalinistas de Guanabacoa sin la necesidad de hacer sonar un solo triki-traki y con la NECESARIA ayuda de un buen número de venezolanos apátridas, HDLGP's y corruptos a más no poder.
La providencia les otorgó a los venezolanos TRES GRANDES OPORTUNIDADES para sublevarse y tomar control del territorio nacional: en 2004, 2014 y 2017. No supieron aprovechar esas GRANDES OPORTUNIDADES y en consecuencia, ahora "toca" una PODA SEVERA.
Por otro lado, y esto es - tal vez - lo más preocupante, nuestro presidente podría llegar a un acuerdo (como el "Acuerdo KaKa" entre Kennedy y Kruschov de octubre de 1962) y dejar a los pobres, infelices y NOBLES venezolanos: ¡como pajarito en grama! Es decir: con una mano adelante... ¡y otra atrás!
Una vez que Donald recupere todo el petróleo "robado" por Nico: ¡perros a defecar! Les podrían decir a los NOBLES venezolanos que todavía queden en territorio "americano" lo siguiente: "calabaza, calabaza... cada uno pa'su casa... y el que no tenga casa... ¡que se vaya pa'la plaza!"
Miami 18 de diciembre de 2025
Robert Alonso